Buaaaaaaaaaaaaaa,snif, snif... La dura todavía no lo creo, pero dicen que todo pasa por algo... así mucha suerte en todo lo qure venga de ahora en adelante... besos y abrazos.... Clau R.
Litro.. primero fue prieto diseño y la manoque siempre quisiste cambiar, despues fue la p sola en azul, el comienzo. ahora que la mesa queda puesta y una silla vacia mira para atras y mira todo lo que haz hecho, todos los que han estado trabajando a tu lado y todos los que hemos aprendido de ti. Que mejor saldo al final del día
Y un buen día la diosa del viento besa el pie del hombre, el maltratado, el despreciado pie, y de ese beso nace el ídolo del fútbol. Nace en cuna de paja y choza de lata y viene al mundo abrazado a una pelota.
Desde que aprende a caminar, sabe jugar. En sus años tempranos alegra los potreros, juega que te juega en los andurriales de los suburbios hasta que cae la noche y ya no se ve la pelota, y en sus años mozos vuela y hace volar en los estadios. Sus artes malabares convocan multitudes, domingo tras domingo, de victoria en victoria, de ovación en ovación.
La pelota lo busca, lo reconoce, lo necesita. En el pecho de su pie, ella descansa y se hamaca. Él le saca lustre y la hace hablar, y en esa charla de dos conversan millones de mudos. Los nadies, los condenados a ser por siempre nadies, pueden sentirse álguienes por un rato, por obra y gracia de esos pases devueltos al toque, esas gambetas que dibujan zetas en el césped, esos golazos de taquito o de chilena: cuando juega él, el cuadro tiene doce jugadores.
-¿Doce?¡Quince tiene! ¡Veinte!
La pelota ríe, radiante, en el aire. Él la baja, la duerme, la piropea, la baila, y viendo esas cosas jamás vistas sus adoradores sienten piedad por sus nietos aún no nacidos, que no las verán.
Eduardo Galeano El Fútbol a sol y sombra El ídolo [extracto]
7 comentarios:
Litro
sera dificil acostumbrarse a no escuchar tu risa contagiosa,y ha sentir tu buena onda siempre. se te extrañaraaaa
Exito en este nuevo camino profesional, y suerte en todo los nuevos proyectos que te propongas en la vida.
Cariños Caro M
Litro : Mucho exito en tu nuevo rumbo laboral, la verdad es que ya empezamos a extrañar al compañero de años...
Suerte y no te olvides de nosotros
Cariños Susana
Buaaaaaaaaaaaaaa,snif, snif...
La dura todavía no lo creo, pero dicen que todo pasa por algo... así mucha suerte en todo lo qure venga de ahora en adelante...
besos y abrazos....
Clau R.
Litro..
primero fue prieto diseño y la manoque siempre quisiste cambiar, despues fue la p sola en azul, el comienzo.
ahora que la mesa queda puesta y una silla vacia mira para atras y mira todo lo que haz hecho, todos los que han estado trabajando a tu lado y todos los que hemos aprendido de ti.
Que mejor saldo al final del día
Suerte en lo que viene.
RON
LA MESA QUEDÓ COJA...
Ná que decir...
"It is your destiny..."
Grow Up pal !!!!
descansa loco.
Y un buen día la diosa del viento besa el pie del hombre, el maltratado, el despreciado pie, y de ese beso nace el ídolo del fútbol. Nace en cuna de paja y choza de lata y viene al mundo abrazado a una pelota.
Desde que aprende a caminar, sabe jugar. En sus años tempranos alegra los potreros, juega que te juega en los andurriales de los suburbios hasta que cae la noche y ya no se ve la pelota, y en sus años mozos vuela y hace volar en los estadios. Sus artes malabares convocan multitudes, domingo tras domingo, de victoria en victoria, de ovación en ovación.
La pelota lo busca, lo reconoce, lo necesita. En el pecho de su pie, ella descansa y se hamaca. Él le saca lustre y la hace hablar, y en esa charla de dos conversan millones de mudos. Los nadies, los condenados a ser por siempre nadies, pueden sentirse álguienes por un rato, por obra y gracia de esos pases devueltos al toque, esas gambetas que dibujan zetas en el césped, esos golazos de taquito o de chilena: cuando juega él, el cuadro tiene doce jugadores.
-¿Doce?¡Quince tiene! ¡Veinte!
La pelota ríe, radiante, en el aire. Él la baja, la duerme, la piropea, la baila, y viendo esas cosas jamás vistas sus adoradores sienten piedad por sus nietos aún no nacidos, que no las verán.
Eduardo Galeano
El Fútbol a sol y sombra
El ídolo
[extracto]
villar
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